En 2013 y 2014, Rio Verde ganó un nuevo cliente: Companhia Siderúrgica do Pecém (CSP), ubicada en São Gonçalo do Amarante, Ceará, cerca del puerto de Pecém.
La dirección de Rio Verde siempre ha creído que, dondequiera que opere la empresa, es esencial mirar a su alrededor, conocer la región, explorar los detalles y, sobre todo, buscar formas de ayudar a la comunidad. Con esta idea en mente, los directivos compartieron esta visión con el equipo de la obra de CSP. Con entusiasmo, propusieron varias ideas para la acción, entre ellas el proyecto "Pintar el futuro".
"Pintar el futuro" se convirtió en un proyecto ideado en colaboración con el Departamento de Educación del municipio. La idea principal era preguntar a niños de entre 10 y 12 años cómo creían que las grandes obras realizadas por Río Verde para CSP repercutirían en su futuro. Se animó a los niños a expresar sus opiniones mediante dibujos artísticos.
Con el apoyo del Departamento de Educación del municipio, la iniciativa se llevó a cabo en ocho escuelas. Río Verde contribuyó con kits escolares y puso a disposición un profesional para la orientación artística, junto con un profesor de arte local. La misión del profesor era transmitir conocimientos de técnicas de dibujo para que los niños pudieran representar sobre el papel el impacto de la nueva industria en su futuro y en el de la comunidad.
Después de que las escuelas participantes hubieran creado varios dibujos, el profesor evaluó cada uno y seleccionó cuatro escuelas para la fase final del proyecto. En esta fase, las escuelas decidieron qué dibujo las representaría. Con la ayuda del profesor, los niños reprodujeron estos dibujos en la pared de la oficina de Río Verde, con el objetivo de trasladar los dibujos del papel a la pared a gran escala.
La etapa final tuvo lugar el día de la pintura mural. Se prepararon las paredes y los niños pintaron colectivamente los cuatro dibujos finalistas. Fue un día muy agradable y Rio Verde proporcionó desayuno y almuerzo para todos. Al final de la jornada, se invitó a los empleados de Rio Verde que trabajaban in situ a evaluar los dibujos y elegir al gran campeón.
Todos los alumnos recibieron premios (iPods, iPads, tabletas, relojes y otros artículos adecuados a su edad), pero lo más importante fue que Río Verde consiguió inculcar a los niños reflexiones sobre el impacto de las grandes obras en sus vidas. Los niños se fueron contentos y enriquecidos con conocimientos, aprendiendo a idealizar sus pensamientos.
Este proyecto social ha marcado la historia de Rio Verde y ha dejado un importante legado para la empresa y el municipio.